Hombres a los que besé

Quienes me conocen saben muy bien que, leer a Chris Pueyo, siempre significa para mi una caricia al alma. En este cuarto libro se puede advertir un crecimiento en su escritura y también en su esencia personal.

Si hay algo que destaca a Chris, es esa escritura desde el alma desbordada, sin callarse nada, expresando sus sentimientos desde lo más profundo. No podemos, como lectores, quedar indiferentes ante sus palabras. No podemos evitar sentirnos identificados, ya sea desde los sentimientos actuales o desde el recuerdo, con su poesía tan simple y profunda a la vez.

Cada persona que pasa por nuestra vida nos enseña, aprendemos con cada momento hermoso y también con las heridas. Chris en este libro lleva al lector a poder hacer ese recorrido de crecimiento interno por el que todos pasamos, cada persona que besamos deja su huella para ser quienes somos hoy en día; pero somos nosotros quienes desde el amor propio que vamos construyendo a diario, podemos llegar a ser fuertes y estar listos para realmente tener un amor que sume a nuestra vida y que sea un complemento a la felicidad que ya tenemos de manera individual. El amor no puede florecer en nuestro interior si no estamos bien con nosotros mismos.

Recomiendo leer las obras de Chris en orden de publicación, siempre disfruto leerlo y puedo conectar profundamente con lo que trasmite.