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Resulta refrescante leer una novela de fantasía épica con tantos toques distintivos que rompen con los esquemas típicos de este tipo de novelas. Lejos queda la trama del grupo de "buenos" que luchan para derrotar al "malo malísimo". En su lugar, nos encontramos en mitad de una guerra por hacerse con el dominio del trono y del territorio. Con varios frentes enemigos que desean el poder, con un pueblo cansado del que es su rey y lo más importante, con varios grupos de "héroes" que, más que héroes, son personajes que buscan su supervivencia y la del reino en el que habitan. Hay elfos, orcos, humanos... pero también nos encontramos con ogros, duendes, mutantes y vampiros. ¡Sí, habéis leído bien! Por extraño que parezca estamos ante una novela de fantasía épica en la que los vampiros desempeñan un papel importante. ¡Y es que esta mezcla funciona a la perfección! ¿Quién ha dicho que los vampiros solo pueden aparecer junto a humanos y licántropos? Nos encontramos con una trama muy compleja, con múltiples focos de acción tanto en líneas amigas como enemigas pues del mismo modo que hay varios enemigos, tenemos también una gran cantidad de grupos de protagonistas. Y aunque en múltiples ocasiones he dicho que soy partidaria de las novelas con varias tramas que rompen con la linealidad, reconozco que en esta la cantidad de personajes protagonistas me ha parecido un pelín excesiva. Para mi gusto tranacurrían demasiados capítulos hasta que tenías ocasión de reuniete de nuevo con algunos de los personajes y en consequencia, me costaba más llegar a empatizar con ellos. Sin embargo, es cierto que hacia el final del libro hay varias subtranas que se van uniendo por lo que confío que, de cara al segundo libro, nos encontremos con un número ligeramente menor de grupos de protagonistas (¡muy pronto lo sabremos!). Por fortuna nos hallamos ante personajes muy carismáticos lo que nos permite distinguirlos fácilmente (a pesar de que cueste memorizar con exactitud todos sus nombres). Como único "pero" en este aspecto debo decir que, en mi opinión, hay demasiados personajes que usan la sensualidad como técnica de persuasión. Entiendo que es una herramienta que en determinados momentos puede ser muy útil pero para mí hay un exceso de lujuria y no he podido evitar sentir que se abusaba un pelín de este recurso. Tenemos, pues, una novela que a pesar de ser claramente introductoria (al ser la primera parte, su principal objetivo es presentarnos el mundo y el conflicto) cuenta con una gran dosis de acción. Requiere bastante concentración inicial para hacerse con todos los personajes, pero en cuanto te habitúas a ello merece la pena adentrarse en este mundo y dejarse llevar. |
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