No hay un comienzo sin ti

En esta historia vamos a conocer a Lola, una joven que ha sufrido mucho en la vida, una infancia muy dura y triste, pero a la que un buen día se le apareció un “ángel” para dejar ese sufrimiento atrás. Él le abrirá las puertas a una vida mejor, un trabajo y un futuro. Ese futuro la llevará a cruzar el charco ya que la compañía la necesita allí para un trabajo publicitario, y allí conocerá a Cayden quien pondrá su mundo patas arriba y a quien le ocultará parte de su vida.

Ays, qué dura la historia de Lola, y qué triste saber que eso ocurre en realidad, y más triste saber que la parte de Ian es ficción. Superando obstáculos Lola rehace su vida, pero tras los palos de la vida, los miedos quedan y eso… no es fácil de afrontar, por lo que hace que sea una joven valiente, pero que no se sienta suficiente. Cayden odia las mentiras, y aunque lo tiene todo, es un poco seco y arisco pero porque hay algo que falta en su vida.

Como secundarios, tenemos a Ian, el ángel de Lola, su salvador quien nos da una sorpresa importante y tendrá su propia trama; Noe la compañera y amiga necesaria, Drew… Drew necesita su propia historia, un tío que brilla con luz propia aunque intenten apagársela. Luego están los malos, y los no tan malos pero que son necesarios…

La verdad que es una historia con un poco de todo: amistad, amor, pasión, superación, fidelidad y fraternidad, aunque también va a tener su dosis de acción y unos cambios bruscos de guión que no te esperas.

Una delicia volver a leer a la autora con esta novela que te hace sufrir y sentir a partes iguales.