El sepulturero y la Tierra Negra

Es un que mezclan historia y misterio, suspense en la Viena de finales del siglo XIX. Aunque es una segunda parte y comparten los mismos personajes y localizaciones, los casos son distintos, y se pueden leer de manera independiente.

En esta ocasión, aparece momificado el profesor Alfons Strössner, un eminente egiptólogo, en el Museo de Historia del Arte de la ciudad. Creencias, maldiciones y supersticiones se entremezclarán en la investigación a la que se une una extraña muerte ocurrida en el Zoo de la misma ciudad.

Hay tres protagonistas principales, al igual que en el libro anterior de la serie.
El joven inspector de policía Leo von Herzfeldt. de origen judío alemán y clase acomodada. Con conocimientos de criminalística, que empezaba a estudiarse en esa época, intenta aplicar estas nuevas técnicas a los casos, aunque no pare de chocar con los responsables de las investigaciones que discrepan en los métodos utilizados. Para sus compañeros la utilización de fotos, huellas, mediciones, preservación de los escenarios… no son más que pérdidas de tiempo. A lo largo de los dos libros, le veremos lleno de dudas, con momentos en los que se siente desorientado y no sabe de quien fiarse. A veces se equivoca, pero no cejará en su empeño por descubrir la verdad.
Junto a él, ayudándole, Augustin Rothmayer, el sepulturero del Cementerio Central, el más grande de Europa. Es un hombre bastante inquietante y arisco pero culto e inteligente. Además en el fondo esconde un gran corazón lo que hace que le tomemos afecto desde el primer momento en que aparece en escena.
Y, por último pero no por ello menos importante, Julia Wolf, que en este libro ejerce de fotógrafa forense. Vive en un burdel y tiene una hija sordomuda.

Los tres junto se enfrentarán a unas investigaciones llenas de misterios y obstáculos . A lo largo de la lectura iremos descubriendo secretos de sus vidas y las relaciones que los unirán.

El autor une hechos históricos reales con la trama de ficción creando unas novelas que, si bien cuando comienzas a leer se te puede hacer un poco lentas, poco a poco va cogiendo ritmo. Tramas y subtramas bien hiladas se van entremezclando hasta acabar convergiendo en el final con una resolución perfecta. Esto hace que cuando empieces leer querrás seguir para descubrir la verdad .

La labor de documentación es impecable. El autor recrea una época llena de avances científicos y tecnológicos importantes para la sociedad (el teléfono, la electricidad, la fotografía , los primeros automóviles…) con crimen, misterio y asesinatos con tintes oscuros.

La lectura nos sumerge en una Viena oscura y peligrosa. Una ciudad llena de contrastes. Moderna, llena de opulencia y magnificas mansiones, pero también, en las casuchas de los arrabales donde el alcoholismo, la delincuencia y la prostitución campan a sus anchas. llena de misera, pobreza, antisemitismo. La vida y costumbres de la época, de las diferentes clases sociales, están perfectamente reflejadas lo que nos sumerge en una atmosfera opresiva e irrespirable. Todo esto logra crear una ambientación muy cuidada que nos acabara trasnportando a esas calles llenas de carruajes, con las farolas de aceite…

En definitiva unas novelas de época, llenas de misterio, venganza y muerte, investigación policial y toques de humor un poco negros.