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¿Han abandonado un libro alguna vez? En mi caso, es raro que lo haga, porque creo firmemente que cada libro tiene su potencial, y que tenemos que llegar al final para poder dar una opinión fundada de lo que nos gustó y lo que no. Sin embargo “Rota Se Camina Igual” de Lorena Pronsky me drenó por completo. La temática del libro es clara: encontrar la manera de salir adelante de cualquier situación negativa. Pero no me parece que esté escrito desde un lugar de superación, sino desde el enojo y el resentimiento. Además, llega un punto en el cual se torna extremadamente repetitivo. En su mayoría, son palabras sobre el desamor y las rupturas, y en vez de empoderar a la mujer y hablar desde un punto positivo, recae en los ruegos y la rabia. En cuanto a su estructura, no tiene un orden cronológico. Es un “poema” detrás del otro, como una especie de diario íntimo en el cual la autora narró sus desventuras y sacó todo lo que tenía dentro del pecho. Un confesionario. El título es clickbait, un llamador para vender ejemplares en un mundo que está desesperado por encontrar soluciones mágicas a los problemas cotidianos. No es un libro sobre duelos, superación ni avance; es un libro sobre desamor y furia. Tampoco podría catalogarlo como un texto de autoayuda, porque no me parece que deje mensajes positivos o alentadores. No me malinterpreten; quizás haya personas a las cuales les agrade esta prosa y que además los ayude a sanar. Pude rescatar pequeños fragmentos que me gustaron dentro de las 128 páginas que llegué a leer, pero nada más que eso. No me quedó resonando, ni me conmovió profundamente. Quizás sea porque mis vivencias están alejadas a las de la autora, o porque su manera de expresarse, tan cruda y sin tapujos, no vibra conmigo. |
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