 |
¿Te has planteado alguna vez qué son los sueños? ¿Y si, mientras soñamos, lo que hacemos es conectar con la conciencia de nuestro yo de una realidad alternativa y vivir su vida? De esta premisa, sin duda original, parte Realidades soñadas, una novela de fantasía urbana. Se trata de un libro corto pero intenso, que no profundiza demasiado en detalles que poco aportan a la trama y que se centra en lo verdaderamente importante. Se le dan al lector leves pinceladas de la vida de los personajes, lo justo para que logremos conectar con ellos, pero manteniendo el foco en lo realmente importante: los sueños. O, más específicamente, el mundo que hay tras un sueño en concreto. Es un libro realista, de esos que te hacen sentir que todo podría estar pasándote a ti. Es precisamente el contraste entre el mundo de los sueños y el mundo perfectamente normal en el que vive la protagonista –con sus dramas amorosos y sus problemas universitarios- lo que te permite creértelo todo. Es curioso cómo la autora se ríe de los clichés de su propio libro. ¿Una chica cualquiera que de repente debe salvar al mundo entero? La autora es consciente de lo típico que suena y precisamente por eso, juega con ello dándole un toque de humor. Nada de ser la elegida, nada de estar predestinada: ¡es pura mala suerte! ¡Punto extra por el hecho de que no haya una escena romántico-amorosa precipitada! Admito que es algo que siempre me da bastante miedo cuando tenemos un dúo chica-chico protagonista. En este caso el tándem funciona bastante bien, es genial el contraste de sus personalidades, y me gusta que en ningún momento pierdan de vista cuál es su objetivo. Estamos ante una lectura ligera, de deje juvenil, ideal para amenizar un par de días. Con un lenguaje sencillo, con toques de humor que contrarrestan el dramatismo de las escenas más cruciales y con una protagonista de lo más carismática, la autora nos plantea un gran conflicto que queda muy bien resuelto. Con una solución simple pero de lo más eficaz queda todo perfectamente atado, con gran coherencia y sentido. |
>
