Los asesinatos de Manhattan

Como ya había dicho, me he propuesto leer toda la serie de Pendergast desde el principio. Como los anteriores, ya había leído este libro antes, hace tanto tiempo que me ha costado recordar muchos de los detalles. El libro físico hace tiempo que lo perdí, así que he recurrido a mi fiel Kindle para esta lectura.

Volvemos de nuevo a Nueva York, ciudad en la que empezó la serie protagonizada por Aloysius Pendergast, ese agente del FBI tan estrambótico, con su aspecto casi albino, su acento de Nueva Orleans y sus ademanes de épocas pasadas. En esta ocasión lo acompañan en su aventura el como siempre entrometido periodista Bill Smithback y muy a su pesar la arqueóloga Nora Kelly, que tras su periplo por Utah ha encontrado trabajo en el Museo de Historia Natural de la City.

El descubrimiento fortuito en una zona de obras de una cripta con huesos centenarios da paso a una investigación que supera con creces la más pura lógica. Porque ¿cómo pueden afectar al presente los asesinatos cometidos hace dos siglos? Cuando empiezan a aparecer cadáveres actuales con las mismas señales que los huesos de la cripta, el miedo cunde en la ciudad.

Como en anteriores ocasiones, este libro es de esos que no puedes parar de leer, que te tiene en vilo pendiente de la trama y de cada uno de sus personajes, a los que llegas a querer u odiar, dependiendo de cual sea su papel. Y sólo he encontrado un pero en la historia, y es que ha quedado un poco en el aire, explicado como con pinzas, el traslado de Nora de Utah a Nueva York, pero esto no es óbice para que le de un diez al libro. Ahora a por el siguiente.