Aléjate de mí, Satanás. No digo que no leere nunca más a Pratchett, pero no termino de pillarle el gusto a las aventuras de Rincewind. Tampoco entiendo porque alguna gente lo encumbra tanto. La primera mitad del libro está genial, es muy entretenida y divertida. Pero en cuanto superé el ecuador... todo me sobraba. Consiguió que desconectase por completo, los personajes se fueron cuesta abajo y sin frenos, la trama se perdió a sí misma. Me ha costado horrores seguir a partir de ese punto, por pura cabezonería. Horrible, horrible. |