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En este segundo libro de la trilogía de las aventuras de Johnny Maxwell, se abordan los viajes en el tiempo y las paradojas temporales que pueden derivar de intervenir en los sucesos ya ocurridos y cambiar el futuro. Johnny Maxwell sigue con sus problemas personales: ahora vive con su abuelo y su madre, que fuma mucho y parece olvidar que tiene un hijo. Su padre ha desaparecido de su vida. Él y sus amigos encuentran a la señora a la señora Taychon apalizada en un callejón. La llevan al hospital, pero no saben qué hacer con su carrito, en el que sólo hay bolsas de basura y un gato bastante agresivo llamado Guilty. Nuestro protagonista se lo lleva a casa con intención de guardarlo hasta que la anciana se recupere y devolvérselo, pero sin querer descubre que las bolsas de basura le hacen viajar en el tiempo. A partir de ahí una verdadera epopeya temporal se deshace en la línea del tiempo. Toda la pandilla de Johnny retrocederán a un Blackbury de 1941, en plena Segunda Guerra Mundial, e intentarán por todos los medios evitar que la bomba mate a todas aquellas personas. Durante esa misión otros problemas les acaecerán y algún que otro pliegue en el tiempo (las perneras de los pantalones). Una novela corta que acercará a los más jóvenes el horror de las guerras pasadas, los viajes en el tiempo y de las paradojas de éstos últimos. Sobre todo la afirmación de que somos lo que somos, por todo lo que nos ha pasado en la vida y nuestro pasado conforma nuestro presente. Enlace: http://lecturonga.blogspot.c.. |
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