Y Julia retó a los dioses

Hay que ser muy valiente o muy inconsciente para desafiar a los dioses y creo que nuestra protagonista es ambas cosas.

Cuando terminé la lectura de la primera novela de la saga, yo quería ser Julia, una mujer admirable, valiente, ambiciosa, decidida y sin miedo, pero… se me cayó el mito. En esta ocasión quise matarla. Su desmesurada ambición y esa obsesión enfermiza por el poder provocan comportamientos en la Augusta que a mi particularmente me repugnan y generan desazón. En ese momento me he revelado. En esta vida no todo vale y hay líneas que no se deben traspasar de ninguna manera, aunque claro, ahí es donde se ve a los auténticos líderes, los que están hechos de otra pasta. Los escrúpulos no tienen cabida en los círculos de poder. El fin no siempre justifica los medios…al menos para mí.

Posteguillo se ha superado “Y Julia retó a los dioses” me ha gustado aún más que su predecesora. El autor ha sabido integrar a la perfección unos datos históricos rigurosos en una novela que no se hace pesada en ningún momento y que te traslada a una época donde las traiciones, las venganzas y las luchas de poder eran el pan nuestro de cada día. La evolución de los personajes es magistral y aquí no quiero dejar de mencionar a Quinto Mecio que me robó el corazón y será siempre un símbolo de fidelidad, entrega, lealtad, integridad, honestidad y amor… da igual cómo actúe Julia, él nunca la juzgará y permanecerá a su lado incondicionalmente hasta el infinito y más allá.

¿Quién dijo que las segundas partes nunca fueron buenas? Posteguillo rompe la regla… a estas alturas del año, creo no equivocarme al afirmar, que ésta será mi lectura favorita del 2022.

Y recordad… tened cuidado no vayáis a cabrear a las personas equivocadas…