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Si hay algo que no puedo negar es que la forma de contar de Arantza me conquista. La historia puede gustar más o menos, podemos querer o empatizar más o menos con los personajes, pero no se puede negar que la forma de narrar de Arantza engancha.

En esta historia, nos encontramos con un registro completamente diferente. Una novela intimista, llena de pasajes que incitan a reflexionar, de historias y personajes que harán que sientas todo el elenco de emociones existentes: ira, tristeza, alegría… Nosotras, por lo menos, no nos hemos dejado ninguna atrás 😅

Está contada de forma muy original. A través de mensajes en un contestador, Arantza es capaz de contar la historia de cuatro mujeres, muy distintas entre sí, pero que acaban encontrándose en un mismo punto de su vida.

De nuevo tengo que destacar la construcción de los personajes. Qué manera de ir trazando la psicología de las protagonistas, de hacer que sienta que cada una de ellas es una persona que está por el mundo, que siente, que vive, que se equivoca, que llora. Es difícil no hacerse una imagen de cada una de ellas, es difícil no quererlas u odiarlas; es muy difícil no empatizar y no sentir con ellas.

Aunque lo cierto es que ninguna de las novelas de Arantza me decepcionó y que todos me gustaron, si tengo que quedarme con uno de sus libros y un registro, es éste. También tengo que reconocer que no soy del todo objetiva, ni con el registro -a estas alturas quizá ya sepáis que adoro la novela intimista-; ni con la autora.

Ojalá en el futuro podamos disfrutar de más libros de Arantza como este. Y si no lo has leído, no puedo hacer otra cosa más que recomendártelo.