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Nos encontramos con una novela de crimen a puerta cerrada con seis sospechosos, cada uno con motivos para asesinar a Xiana, y en el que poco a poco se nos va introduciendo información para llegar al culpable. La novela está narrada en primera y tercera persona, con capítulos cortos, que ya sabemos que los carga el diablo porque invitan a seguir y seguir… y cuando te das cuenta, ya pasaron dos horas. Los personajes están muy bien construidos. Son personas complejas, con aspectos muy oscuros, pero también con luz propia con la que brillan. Aunque todos me parecieron estupendos, tengo que destacar como uno de mis favoritos a Santi Abad, un personaje muy curioso, con muchos más y menos, a quien poco a poco iremos conociendo, obteniendo información sobre sus tomentos y entendiendo su forma de relacionarse, de trabajar y de pensar. También siento debilidad por Connor Brennan, un psiquiatra que tiene cierto peso en la historia. Tengo mucha curiosidad por saber si tiene continuidad en los siguientes libros. La forma de escribir de Arantza engancha, y engancha muchísimo. Porque escribe muy bien, porque visualizas cada escenario (aunque creo que aquí hay trampa porque conozco la ciudad), y porque va introduciendo la información a cuentagotas, de una forma en la que nunca tienes claro hacia dónde va la historia. |
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