Obrita compuesta por dos partes: La segunda parte, la final y más corta, se la debemos a Swift que, con su genio, toca el tema del canibalismo y sus efectos (sobre todo en Irlanda). Brillante. La primera parte, la de Albert Pijuan, que nos plantea con gran inteligencia, la posibilidad del canibalismo como opción alimenticia a tener en cuenta. Con ello nos demuestra que cualquier argumento puede ser defendido "lógicamente" sin importar su ética. ¿El problema? Dos, de hecho: - se va bastante por las ramas, se pierde en su discurso para volver más tarde al planeta Tierra. - su poca consistencia al decirnos que deberíamos usar el término antropofagia por ser más nuestro que canibalismo para después plagar de extranjerismos y frases que tienen perfecta traducción y sentido en español. ¿Por qué no llamar trampantojo al trampantojo? Me ha resultado bastante molesto (y pedante) encontrarme con hasta tres o cuatro expresiones así en medio párrafo. |