Después de leer El morador me quedé con la necesidad de leer todo lo que existe de esta autora y antes de acabar el año lo he hecho con La grieta, un relato que me ha gustado mucho. Un hombre alquila un piso. En la pared del dormitorio una grieta hará que su vida cambie para siempre. Desde el primer minuto en la nueva casa se sentirá atraído por esa línea que le parecerá que cobra vida ante sus ojos. Hacer una reseña de un relato o novela corta siempre me ha resultado muy complicado, así que hablaré de la experiencia vivida. Una trama absorbente que sin ser demasiado original me ha atrapado sin remedio. Ahí he estado yo de la mano del protagonista contemplando la pared sin descanso. Lo peor, como siempre me pasa con los relatos, es que me quedo con ganas de más. Lo mejor sin duda, el final. Aún ando pensando en él. |