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Que puedo decir, esta historia se puede decir que tiene unos cuantos clichés, es predecible y seguro que habré leído más de una parecida, pero lo cierto es que esta me gusta mucho. Carola es refrescante, desde su total falta de filtro al decir lo que piensa, su prácticamente inexistente sentido del ridículo y su ingenuidad. Todo esto es lo que atrae desde el principio a Andrew, aunque él suele relacionarse con modelos que se limitan a colgar de su brazo como si fuesen un mero adorno. Si a esta atracción entre los personajes, le agregamos una conspiración empresarial, un intento de asesinato, batas de conejitos, cerditos y vaquitas, zapatillas desparejadas y un juicio, no tenemos ni un solo segundo de aburrimiento en sus páginas. Por todo ello, la recomiendo. |
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