Quiere ser un homenaje a las novelas whodunnit pero se queda en divagaciones sobre cómo escribir libros de misterio. La gracia de los whodunnits es que los investigadores… investiguen. Si a este libro le quitas las partes en las que el protagonista y su “Watson” mantienen diálogos eternos sobre la novela detectivesca, se quedaría en 20 páginas. No se produce ninguna investigación, ni el protagonista interroga a los invitados… Es una novela que me parece realmente mala. Una pena porque creía que me iba a gustar mucho. |