El problema final

Pérez Reverte cambia de registro con una investigación ambientada en la década de los 60 al más puro estilo clásico y un siempre interesante asesinato en habitación cerrada en El problema final.

Una isla griega aislada por un temporal donde el hotel propiedad de la señora Auslander es la única edificación, habitada por el servicio y unos enigmáticos huéspedes, la aparición del cadáver de uno de ellos en el cerrado pabellón de la playa que sirve de vestidor y almacén y... Voila! El misterio está servido!

El autor se sirve de dos de sus protagonistas para adornar la investigación; el actor Ormond Basil que interpretó quince películas como Sherlock Holmes y aquí asumirá el papel de investigador y el español Francisco Foxá, Paco en distancias cortas, galán-escritor de novela negra entusiasta de Doyle que será el peculiar Watson.

El ornamento corre a cargo, por un lado, de referencias cinematográficas y "comidillas" del mundo de la farándula de la época que harán las delicias de cinéfilos y, por el otro, la evocación de las obras y casos del célebre autor inglés y esto me pareció menos original, leí recientemente una novela galardonada en la que apareció este recurso.

Un detalle me sacó una sonrisa, la coincidencia de nombre, Basil, del investigador y del ratón superdetective que lucha contra esa despreciable rata de alcantarilla, Ratingan, de la factoría infantil, pudo ser un guiño más en torno al cine y el clásico Sherlock o pudo ser casualidad... Qui lo sa!

En definitiva, una lectura disfrutable de elegante narración y destellos de ingenio, un reto del autor para el lector en ese problema final, se admiten apuestas!