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Es un libro súper entrañable como no podía ser de otra manera. Es muy sencillito, ameno y con un trasfondo muy bonito. Mi imaginación ha volado con Claudia y Alicia en su recorrido por ese mundo misterioso. Las descripciones de los lugares, los seres que aparecen... Todo al mínimo detalle. ¡Zísfanley es digno de visitar! La autora toca un tema tan importante y actual como es el acoso escolar. Es muy triste ponerte en la piel de Claudia en su día a día, y refleja como a veces, la organización y dinámica del aula, no ayuda a que niñ@s más retraídos se integren y se sientan parte del grupo. Claudia es una niña muy inteligente y sobre todo valiente que no duda en correr riesgos por ayudar a su familia. Te llega al alma ese sentimiento de abandono que sufre respecto a su hermana. La amistad que surge con Alicia es preciosa. Las aventuras que viven, la comprensión entre ellas, el apoyo y lo que se protegen es tan sano... Bendita niñez. El final te deja con el corazón encogido y con ganas de saber un poquito más. He disfrutado mucho con esta lectura. Qué bonito es ser niño... |
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