Nunca me había llamado la atención. Aun habiendo leído otros libros del autor anteriormente, no creía que una historia más sobre el adulterio me fuera a aportar nada... Pero lo importante de esta obra no es su tema principal. Lo que la convierte en genialidad es todo lo demás: su contexto histórico-político de la España de la Primera República (la de antes y la de después); sus personajes secundarios, cada uno con su voz propia y totalmente reconocible; las expresiones totalmente castizas de Galdós, que juega con el lenguaje y con la ironía como nadie; el humor, con sus escenas más propias de una comedia y que combinan extrañamente bien con las cosas tremendas que ocurren en la novela... En definitiva, es de esas lecturas completas que te dan de todo: aprendes, te lo pasas bien, y sus personajes traspasan las páginas para hacerte sentir emociones, ya sean positivas o negativas. Además, la gracia con la que está escrita es indudable, no tiene frase mala. |