El silencio del fraile

La historia es interesante, pero la incompetencia de los investigadores no ayuda demasiado a la investigación, aunque sí a mantener el interes y a hacer tus propias suposiciones.
Estamos en 1981. Salvador es llamado en sus vacaciones para ir a investigar un caso de asesinato con tortura en Jumilla. No es el comisario quien lo manda ahí, es el propio asesino quien pide que sea él el investigador del caso. Por eso le deja una carta con sus intenciones, diciéndole que matará a doce personas y que si en ese tiempo no lo atrapa él será la última víctima.
Poco a poco van investigando y descubren que los asesinatos tienen que ver con la Inquisición, con una maldición y una leyenda.
Salvador y el agente de la guardia civil de Jumilla no saben por donde comenzar si quiera, pero con la ayuda de la científica y de la bibliotecaria Cristina, irán comprobando los motivos del asesino, aunque siempre les sorprende y nunca saben por donde va a atacar aunque el asesino les deje una carta con su siguiente movimiento.

La novela es entretenida, tiene buenos momentos de intriga y elucubración. La narración es buena y el último giro de argumento es una locura. La historia está bien montada aunque es un poco sencilla, tiene todos los puntos que se necesitan para un thriller. Aunque Salva no me termina de convencer como investigador…