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4,5/5 Guau. Tengo que procesar aún lo bueno que fue este libro. Hacía tiempo que no leía una historia de fantasía tan increíble y a la vez tan distinta al resto. Sobre todo por el tono adulto que utiliza Concepción Perea, que me parece más que adecuado. La verdad es que se me hace muy difícil resumir mis sentimientos en unas pocas líneas, la experiencia es demasiado amplia como para eso. Quizás lo que más me gustó fueron los personajes, que además de haber un montón, todos y cada uno de ellos aporta un aspecto distinto a la historia y sus caracterizaciones son perfectas. Dujal, Nicasia, Manx, Marsias...son personajes tremendamente complejos que vamos conociendo poco a poco. Yo me enamoré de todos ellos, empecé adorando a Nicasia pero poco a poco, todos fueron dejándome una huella. de hecho, lloré en varios momentos del libro (cosa difícil tratándose de mí) y no creo que fuese por una extrema emotividad de las escenas sino por ese cariño que desarrollé por todos los personajes. La historia, acompañada de los personajes, va dando giros cada pocas páginas, haciendo la lectura muy amena y fácil. Cuando creía odiar a un personaje, algo cambiaba en la trama y descubría que no era tan malo como pensaba. Porque los personajes no son blancos ni negros, están en un tono de gris que se parece más a las personas de carne y hueso. Así de primeras no me salen más palabras, probablemente amplíe esta reseña más adelante a medida que vaya asimilándolo todo. de momento, gracias Concepción Perea por crear TerraLinde con todo lo que ello conlleva. PD: espero con ansias la segunda parte. |
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