El recuerdo del olvido

La novela comienza con una desgracia, Gia, la nonna, la abuela de Luciana, a la que conoceremos durante toda la novela como Lu, ha fallecido. Tanto Luciana, como su hermana como la madre de ambas, se lo toman de diferentes maneras pero para ella es lo peor del mundo, le duele muchísimo porque la relación que ambas tenían era super especial. Falta de un cariño especial de su madre y en constante segundo lugar con su hermana, que siempre acaparaba toda la atención, desde pequeñas, para Lu su abuela fue una madre, con la que podía abrirse, expresar sus sentimientos, ser ella misma, recibir un cariño sincero y leal... de hecho justo en estos días iba a confesarle algo que la atormentaba, y no pudo ser... Como veis la novela empieza ya haciéndonos pensar, en las relaciones con los nuestros, en no callarnos cosas esperando un momento que siempre vamos dejando pasar, darlo todo en el momento, si algo piensas no lo guardes, si tienes un regalo para esa persona especial y que amas, no lo dejes para una fecha especial, dáselo ese mismo día y sácale una sonrisa...

Pero la nonna sí tiene algo especial para su nieta, ya que en el testamento además de dejarle su casa le deja un encargo, una última voluntad que Lu no espera para nada! Tiene que devolver tres objetos a tres mujeres y amigas de Gia que trabajaron como voluntarias de la Cruz Roja junto a ella en la Segunda Guerra Mundial y que la ayudaron a volver a su casa con su gran amor. La abuela intentó localizarlas en vida pero no le fue posible, así que ahora su nieta tiene que hacerle ese favor. Lu en ese momento se encuentra tan perdida en la vida, tan desubicada, tan dolida con muchas cosas que decide embarcarse en esa empresa para intentar olvidarse de todo, intenta huir de su presente y de todo lo que tiene que enfrentar liándose la manta a la cabeza y siguiendo las pistas que su abuela le deja junto a esos objetos y su diario personal, y no sabe que eso cambiará su vida por completo.

Las voluntarias protagonistas de nuestra historia serán la propia Gia, que viene de Italia, Sarah, de Inglaterra, Marie, de Francia, y Mary Anne, de EEUU. Cada una tendrá su propia historia que será relatada dentro de la novela, y las cuatro se unirán en Inglaterra porque serán destinadas al mismo servicio de la Cruz Roja (durante la Segunda Guerra Mundial, no lo olvidemos). Pero aunque importante es la labor que realizan cuando llegan allí, y los lazos que surgen entre ellas, lo más emotivo es la historia de cada una de ellas desde pequeñas, hasta que se incorporan a la Cruz Roja. Son historias desde niñas, pasando por la adolescencia y su juventud que nos van a calar hondo (unas más que otras) porque asistiremos a momentos duros, crueles, abandonos, pesares, incomprensión... A mí particularmente me han llegado más estos relatos de sus vidas que después la parte de sus trabajos en la Cruz Roja. Y unas más que otras como ya he dicho, por ejemplo los relatos de las vidas de Gia y Marie son impresionantes, te dejan con el corazón en un puño y los sentimientos a flor de piel. Las otras dos mujeres también son interesantes, pero no me han emocionado tanto como esos dos que menciono.

Y llega el momento en el que se encuentran las cuatro y empiezan una andadura juntas, y llega la parte de la novela en la que se nos habla de las cuatro a la vez y se nos desvelan sus pesares, sus inquietudes, sus esperanzas... Porque todas han llegado a donde están luchando por algo y es de ley que lo consigan!

En esta última parte vamos a encontrarnos las vivencias de las cuatro, y como lo superan todo, como amigas que son casi hermanas, con alguna traición, algún enfrentamiento, lágrimas y más lágrimas, y en medio de una guerra... Me parece que fueron unas heroínas todas las voluntarias que estuvieron en esta situación, no hay que estar en el campo de batalla para salvar muchas vidas y merecen un aplauso. Hay partes muy emotivas en las vidas de las cuatro en esta situación, como se ayudan entre ellas, como alguna teme confesar lo que la llevó hasta allí, y como se apoyan cuando la situación llega al límite.

Pero, no nos olvidemos de nuestra quinta protagonista. Ella tiene su propio caballo de batalla, necesita enfrentarse a sus fantasmas, entre los que se encuentran su madre y su hermana, un amor imposible y un trabajo que ya no le apasiona. Su vida dará un vuelco gracias a su abuela y tendrá una gran evolución a lo largo de la novela, será capaz de dar carpetazo y se enfrentará a un gran dilema. Será capaz de solucionarlo?

Deciros también que en esta novela abunda el amor, de hecho es lo que moverá a nuestras protagonistas a hacerse voluntarias de la Cruz Roja. Por eso quiero avisar por un lado a los amantes de la novela romántica que van a disfrutar mucha y también poner sobre aviso a los rigurosos amantes de la novela histórica que aquí vamos a vivir la Segunda Guerra Mundial pero desde otra perspectiva, no ahonda tanto en encuentros militares, en conflictos bélicos, en campos de concentración, en espías de la guerra o en bombardeos sobre ciudades, aunque sí aparecen, la autora se centra más en otros aspectos que también contribuyeron a que esta Guerra por fín acabara.

Estructuralmente la novela se divide en dos líneas temporales. La de la actualidad, establecida en 2001, que es la de Luciana, y la que se remota a la Segunda Guerra Mundial y nos lleva a las vidas de las voluntarias de la Cruz Roja. Cada capítulo nos llevará a una de estas líneas temporal, así uno será dedicado a Lu, a lo que le esté ocurriendo, a su búsqueda de estas grandes mujeres, y el siguiente capítulo llevará por nombre el de una de estas mujeres y la iremos conociendo. Así que se trata de una lectura ágil y dinámica en la que no nos estancaremos porque como vamos "cambiando de tercio" no se nos hará pesada. Además, querremos saber de las vidas de estas mujeres, cualquier ratito que tengamos libres, lo aprovecharemos para seguir conociéndolas, adorándolas, admirándolas...

En definitiva, deciros que este libro nos ha aireado la cuarentena, nos ha hecho más ameno y emocionante el confinamiento, porque nos ha hecho viajar sin movernos de casa, nos ha hecho vivir de la mano de estas mujeres guerreras no sólo una Segunda Guerra Mundial, sino momentos de miedo, de apoyo entre mujeres, de lealtad, de amor, nos ha enseñado que en el amor no hay fronteras, no importa de qué bando somos, ni raza, ni imposiciones desde arriba, si el amor surge, hay que tomarlo y luchar por él, y siempre, siempre habrá una segunda oportunidad si la primera no funcionó o no es para nosotros. Por eso os lo recomiendo!


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