Estupendo, maravilloso, ansioso, impredecible, duro y cruel. Estas son pocas palabras para lo que esta lectura te deja y lo que te hace sentir. Cuando en un libro tengo niños de por medio sufro mucho más, ya bien por mi papel de mamá pato en las aulas, o porque veo en los niños una vulnerabilidad que me parte en dos. Como con todos los libros de este autor, he sufrido pasando las páginas, porque no quiero que acabe. Se me hacen cortos, y tan ligeros, que cada página se me pasa demasiado rápido. No ha sido este una excepción. Su primera novela, y qué novela! No dejes de leer a este autor, no os priveis del lujo de soñar con cada página, porque nunca os dejará indiferente. |