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Este libro es una oda a la bicicleta. En él se relata el deseo de un niño por tener una bicicleta amarilla como regalo para su cumpleaños y cómo su padre hace todo lo que está en sus manos para que el niño la tenga. En él se mencionan las diferentes partes de la bicicleta, cómo es su circular por la calles y avenidas de las ciudades… e incluso hace alusión a las bicicletas estáticas. Esta oda está formada por dieciséis estrofas en octava real. Esta estructura no resulta complicada para la lectura infantil, sino que más bien le infiere cierto ritmo. La única dificultad que le encuentro es que emplea algunas palabras que pueden resultar complejas a ciertas edades. En cuanto a la temática, es evidente que todo el protagonismo lo tiene la bicicleta, pero también deja espacio para temas como el amor padre-hijo, e incluso hace un guiño a la inmigración cuando, en la primera estrofa, menciona que las ciudades están llenas de personas de distinto color y que vienen de un lugar lejano en busca de la suerte. Asimismo, transmite la necesidad de dejar más espacio a las bicicletas en las ciudades para así cuidar más el planeta. Merecen una mención especial las ilustraciones. Estas ocupan la mayor parte de las páginas y reflejan a la perfección lo que se relata. Todas estas ilustraciones utilizan los colores: amarillo, rojo, verde, azul, negro y blanco, lo que infiere mucha luminosidad y fuerza a la oda. No soy capaz de describir qué tipo de ilustración es, pero sí que puedo decir que son preciosas. |
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