Píldoras Azules

El dibujo de Frederik Peeters inicialmente no me llamaba especialmente la atención. Sus trazos a la hora de dibujar a las personas me resultaba extraño, como distante, poco amable... pero en lo que tardé en leer unas pocas páginas la trama me atrapó. Es aparentemente sencilla, una historia de amor sin ninguna ñoñeria que parte de una premisa impactante, ella tiene el VIH (al igual que su pequeño hijo), y a partir de ahí nos sumergimos en lo qué supone tener el virus; los miedos, las medicaciones, las rutinas, las revisiones, los hospitales... y la sociedad y su desconocimiento a pesar de la inmensa información que ya se tiene sobre la enfermedad.
Una historia dulce y a la vez dura, sencilla, sin grandes sobresaltos ni giros de guión. A la enfermedad se le ha de mirar de cara, conocerla, convivir con ella con la mayor de las tranquilidades, y lo que más nos enseña esta preciosa obra es que hay que vivir, vivir y vivir, disfrutando cada momento y saboreando todo lo bueno que nos ofrece. Una lectura muy recomendaable y que, sin duda, tiene la virtud de abrirnos los ojos frente a la enfermedad.