Píldoras Azules

Lo realmente importante de este cómic es el dar visibilidad a una enfermedad tan desplazada socialmente como lo es el VIH (Virus de la inmunodeficiencia humana).

Y es que lo que realmente la desplaza y aísla no es el desconocimiento o el miedo que podíamos encontrar en la época de los 80-90, sino los prejuicios y la desinformación.

Por ello, Peeters trae su propia experiencia personal con su pareja (que es seropositiva).

Sinceramente, suelo huir de este tipo de historias porque me parecen un plomo ya que suelen caer en lo lacrimógeno y en el sensacionalismo barato y eso me pone de una mala leche que flipas porque siento que intentan engañarme mediante medios cutres.

¿Por qué me ha molado entonces este cómic? Precisamente porque hace justo lo contrario.

Él acepta a su pareja, acepta la situación y simplemente quiere normalizarla y darle visibilidad

Aborda el tema sexual y los riesgos, los mitos que giran en torno a ello, cómo la sociedad le mete presión para que no funcione su pareja, el terreno psicológico y de altibajos de la otra parte al verse inferior a él y como un obstáculo y las diferentes situaciones que surgen a lo largo del trato con una persona que tenga esta enfermedad

En mi opinión, este cómic debería ser un referente en los institutos por todo el cariño y respeto que difunde en cada una de sus viñetas.