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Otro thriller que me ha resultado una gran decepción. Tenía muchas ganas de leer esta novela, en parte porque quiero leer un poco más de literatura neozelandesa, y porque la premisa prometía mucho. En The Cleaner seguimos la historia desde la perspectiva del asesino, lo cual resulta novedoso en sí: Joe es un violador y asesino en serie en Christchurch, Nueva Zelandia, quien tiene a la policía local de cabeza. Es un hombre que no siente ningún remordimiento y un psicópata, que de hecho se considera más inteligente que la policía, al grado que trabaja como personal de limpieza en sus oficinas. de esta manera tiene acceso a los casos y a los archivos y un buen día se da cuenta que uno de los crímenes que se le imputan, no fue cometido por él. Entonces Joe decide hacer justicia por su cuenta y encontrar al verdadero asesino. La premisa era muy interesante y en verdad que el libro funcionó bien, al principio. Pero, después del 30% siento que la trama se cayó a pedazos sin posibilidad de recuperación. El principal problema para mí fue que comenzó a hacerse súper lento y siento que se prestó demasiada atención y tiempo a detalles y personajes que al final no aportaron mucho a la trama. Creo, de hecho, que esto arruinó momentos y anécdotas que en sí eran fundamentales para la historia. Por ejemplo, cuando Joe descubre quien es el otro asesino, pasamos capítulos y capítulos siguiendo cada paso que da para encontrarlo, y que se vuelven tediosos. Lo mismo sucede cuando Joe y Melissa se conocen –en sí no me sorprendió tanto la violencia explícita de las escenas siguientes, sino como se pudo hacer tan largo y repetitivo que pensaba, “ya que termine por favor” y no tanto por lo que se narraba sino por lo largo que fue. Y por último, el final fue espantoso. Pienso que la historia se le fue de las manos al autor, y al final se metieron rellenos por aquí y allá para cerrar el libro pero dando pie a una continuación. La conclusión me pareció ridícula . Por desgracia, no siento ningún interés en continuar con esta serie. |
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