Amargosa

Es esta novela una de esas que "ves" mientras la lees, de las que te crees, de las que te gustaría formar parte con un rol que vaya más allá de el de simple espectadora.
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Su protagonista Marta se dedica al cine, es ayudante de dirección y, tras sufrir un desengaño amoroso agarra su viejo coche y tira de carretera... acaba en el desierto tirada sin móvil y sin ganas de nada, y es entonces cuando conoce a un chico alto y guapo... ¡NOOOOOOO! esto no va de eso...😉
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Marta en el desierto encuentra un hotel llamado Amargosa, justo en mitad de la nada, donde vive una vieja bailarina, Suzanne, que lo regenta junto a un bar y un pequeño teatro.
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Estaba esperando la llegada de una ayudante y Marta le cae como agüita fresca, así que la acoge mientras consiguen arreglar su coche.
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Sí, esta es una historia de encontrarse a un@ misma, llena de esperanza, de sueños por cumplir y de Luces de Bohemia. Suzanne cada sábado hace una representación teatral a la que no acude nadie, pero ella no lo necesita porque tiene su propio público pintado en las paredes del teatro, personas que han pasado por allí o personas que en algún momento han vivido en la zona y que su amiga Mona le describe.
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¿Quién es Mona? nadie lo sabe, nadie la ha visto, ni Suzanne, ni Marta, ni Tom (un viejo amigo de Suzanne que es quién va a arreglar el coche), pero todos la sienten.
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La magia de la novela transcurre entre esas noches de teatro, las pinturas que cubren las paredes, los susurros de las almas del desierto, los cielos estrellados, los coyotes que aullan por la noche y el deseo de dejar de sufrir.
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Me ha encantado y sus 213 páginas me han parecido pocas. Bien narrada, lindamente contada...a Isolda le seguiré los pasos.
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"Una lectura cautivadora donde uno quiere quedarse a vivir" eso dice de ella la gran Geraldine Chaplin (¡qué gran Suzanne sería!)