Dora Bruder

El escritor/narrador encontró en 1988 un anuncio en una edición de 1941 de un periódico del París ocupado por los alemanes..Unos padres buscaban a su hija, de quince años, que se había escapado del internado. Su nombre es Dora Bruder y es judía. Nueve meses después, el mismo nombre aparece en una lista de prisioneros deportados a Auschwitz.
El escritor/narrador necesita saber qué le pasó a Dora en el último año de su vida, por qué se escapó; se siente obligado a llenar los espacios en blanco. Nos cuenta una investigación, de diez años, en la que además de, informarnos lo que averigua sobre Dora, explica la vida de los judíos en la Francia ocupada y nos descubre otras historias personales que va encontrando en los archivos olvidados de la Administración del colaboracionista gobierno de Vichy, una época vergonzosa de la historia de Francia, en la que se enviaron a miles de personas a morir en campos de concentración.
El escritor /narrador nos hace saber los paralelismos que existen entre la familia de Dora y la suya , entre Dora y él; pues en su juventud habían vivido en el mismo barrio y él también se había ido de casa alguna vez. Busca su prehistoria recorriendo París, una ciudad que, para liberarse de su mala conciencia, ha enterrado su pasado bajo edificios restaurados y calles repavimentadas.
El escritor/narrador al nombrar esas vidas cortadas las saca de la nada donde los nazis habían querido encerrarlas, hace un acto de resistencia y, con el poder de la literatura, las hace eternas.