Whitehorse I: Cuando los cielos y los infiernos se abren

En septiembre de 1990, a pocos meses de cumplir los diecinueve años, el mundo de Lina Smith se ve sacudido con la aparición de dos jóvenes, un ángel y un demonio, que la pondrán en la tesitura de elegir entre la luz o la oscuridad, ya que la chica es la pieza fundamental en una antigua competencia entre los cielos y los infiernos. 

En el libro encontramos tres grupos de personajes, todos muy interesantes y bien definidos. Lina y los suyos, los ángeles y los demonios. 

Lina es una muchacha feliz, obediente y complaciente, que se siente querida por sus tíos. Se fue a vivir con ellos a los siete años tras la muerte de sus padres. al ser su tío un pastor anglicano no hay mucho dinero y trata de no ser una carga. 

Julie y Joshua Jones son sus amigos desde que llegó a Whitehorse, y demuestran su amistad incondicional. También conoceremos a varios habitantes del pueblo y compañeros de instituto con sus propias historias. 

Por el lado de los demonios tenemos a William, condenado por sus pecados a acompañar al infierno a las almas condenadas. Es uno de los personajes más interesantes del libro por la cantidad de matices de su personalidad. Sus compañeros Izzie y Eron tienen interesantes historias también. 

En el equipo de los ángeles tenemos a Samuel, un personaje que me ha caído mal desde el principio, se ve que me gustan más los malos. Es el adversario de William y llega a la tierra acompañado de otros tres alados. 

La novela es bastante larga, y además la primera de una saga, pero no se hace pesada en ningún momento. Tampoco tenemos la sensación de estar leyendo una obra introductoria, al contrario. La trama es consistente y muy interesante aunque queda nos claro que las aventuras de Lina no han hecho más que empezar. 

La autora nos mete de lleno en un escenario que nos explica y detalla perfectamente. La protagonista vive en un mundo como el nuestro, pero lo que cambia es lo que conocemos del cielo y el infierno. Son dos mundos totalmente jerarquizados y llenos de normas de las que nos iremos enterado poco a poco.

W. Parrot nos aporta muchos datos pero no te sientes abrumada por ellos porque están bien dosificados. La historia narrada es muy interesante y la encuentro diferente a otras similares que he leído, algo que se agradece. 

Ya desde el principio nos damos cuenta que nada es blanco o negro y que las cosas no siempre son lo que parece. Me han gustado las citas del inicio de cada capitulo, son referencias a futuros libros de la saga que dan que pensar. 

El libro ha sido toda una sorpresa que descubrí por casualidad. Y no sabéis lo que me alegro porque lo he disfrutado como una enana. Está bien escrito, sin florituras innecesarias y con un vocabulario amplio pero sencillo de entender. 

Es una obra de fantasía que transcurre en un mundo similar al real. Tenemos amor, solidaridad, amistad, pesar, arrepentimiento y traiciones. Los personajes son complejos y tienen mucho que decir. La historia, aunque es sencilla de leer, tiene su miga. Nada es fácil en la vida y las decisiones, buenas o malas, tienen consecuencias. 

La historia me atrapó desde la primera página y cuesta dejar de leer. Tuve que parar la lectura por motivos ajenos al libro y cuando la retomé leí la mitad que me quedaba del tirón. Estoy deseando continuar con la saga y espero hacerlo muy pronto. 

La saga está compuesta por seis libros y un par más relacionados. Lo bueno es que ya están todos escritos y la editorial no nos hace esperar apenas entre entregas, algo que siempre ayuda con la lectura. 

Si os gustan las historias de fantasía con ángeles y demonios, y un toque de romance, os animo a darle una oportunidad a la historia de Lina. La tenéis en digital en todas las plataformas a un precio muy asequible.