El demonio de próspero

Apenas 100 páginas pero un relato verdaderamente adictivo. Eso sí, advertir que no es para todo el mundo.
No suelo ser muy fan de los libritos cortos, pero como un buen caldo, cuando tiene sustancia, no me importa dedicarle tiempo para leer.
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Este es el caso de esta novela, menuda pero contundente, parca pero intensa, locuaz e irónica a más no poder.
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La trama es llevada en primera persona por " un exorcista", un ser con un don excepcional que, ya antes de nacer, mientras era un feto, tuvo que batallar y convivir con un demonio que intentaba poseerle. No me diréis que no es curioso.
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El protagonista, de quien conocemos todo menos un nombre, disfruta eliminando demonios de sus huéspedes porque, como nos recuerda, ellos no pueden morir. Pero claro, este acto conlleva el fallecimiento del recipiente. Aunque eso importaría poco porque para el exorcista son daños colaterales.
Un ser sin sentimientos, sin emociones, duro y sarcástico, sin identidad y sin nombre.
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A quien le guste la agilidad y los diálogos apenas los va a encontrar porque es una especie de narración confesional de este 'sacerdote' atípico cuya única pasión la vemos en la lucha dialéctica con el demonio a exorcizar en Próspero.
Con él diserta, dialoga y discute ampliamente temas, todos ellos relacionados con un supuesto plan global que tienen ellos (los demonios) para devolver el equilibrio al mundo.
Lo cual me hace reflexionar sobre quiénes son los malos realmente en el mundo.😉
La fina ironía planea por toda la novela haciendo que la lectura se relaje en ciertos momentos.
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Frases a destacar: "el arte es el impulsor de la bondad" y "la sabiduría lo es todo".
Personalmente creo que esta obra es una "delicatessen" para una mente sibarita y cultivada.
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Digna de elogio es la edición y presentación de la novela. Sobria, elegante y con ilustraciones de portadas muy impactantes.
Me declaro fan de su estilo y su apuesta por géneros de terror y ciencia ficción.
🧙 Muchísimo éxito.