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En este libro vamos a encontrar a Rebecca, policía, cabezota, con una meta clara de un ascenso al FBI, con pareja pero sin relación alguna y conforme avance el libro descubriremos una parte insegura de la protagonista, demasiado, en algunos momentos, para mi gusto (aunque es difícil saber que haríamos cada una en esas situaciones), a la cual, le van a encomendar el trabajo de proteger a Tyrone de unas amenazas de muerte. Tyrone, cantante de rap, de raza negra, tatuado, ex presidiario, no cree en la policia debido a situaciones que ha vivido y que veremos en el libro, con una parte de chulo y prepotente y otra parte bastante escondida de sensibilidad, no cree en el amor, es cabezota y persuasivo… vamos, todo lo que nos enamora Desde el minuto uno vamos a ver esa atracción entre ambos, la necesidad que tienen el uno por el otro que explotará cuando Rebecca termine su relación, pero eso solo será el principio de toda esta historia en la que encontramos tiras y afloja, química, pasión y entre canción y canción amor… Me ha encantado el poder leer, ver y sentir esa conexión, además, ver también como la novela no solo nos habla de amor, nos habla también del racismo que se vive hoy en día en la sociedad, veremos las dos caras de la moneda. Destacar sobretodo la pluma de la autora, es una pluma sencilla en la cual es muy fácil verte reflejada, lo que te permite empatizar mas con los personajes, añadiendo el punto correcto de drama para mantenerte enganchado. Le doy 3'5/5 |
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