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Liz Buxbaum cuando era niña un día se sentó con su mamá quien estaba viendo una película de comedia romántica, y aunque su mama no estaba de acuerdo en dejarla ver esa película por su edad, termina haciéndolo, creando en Liz una gran conmoción que la haría ver el mundo de otra manera. Ahora años después, ya casi a punto de entrar a la universidad la vida de Liz cambiara con el regreso de su amor de la infancia. West Bennet es el molesto vecino de Liz, quienes siempre se están jugando bromas pesadas el uno al otro por un espacio de estacionamiento, con el regreso de Michael, quien se había mudado desde niño, crea la oportunidad para que Liz y West convivan. Liz tiende a vestirse de manera “cursi” y West siempre la molesta, pero cuando West saluda muy amigablemente de Michael y le dice que se verán en una fiesta, Liz crea un plan en su mente, ofrece el puesto del estacionamiento a cambio de que West le ayude a acercarse a Michael , este acepta y juntos comienzan un cambio de look en Liz y en su forma de ser, todo esto con el fin de que Michael y Liz vayan al baile de graduación juntos, pero Liz ya tenía planes con su mejor amiga, aunque evita todos estos temas pues le recuerdan que su madre no está ahí con ella, y aunque su madrastra es genial, hay algo que impide a Liz dejarle el lugar de su querida madre. Amo el personaje de West, es el chico que hubiera deseado conocer en mi juventud, infantil, pero al mismo tiempo maduro, Liz es un personaje que a ratos me desesperaba, pero tengo que recordar que es una adolescente soñadora, si bien el libro inicia lento después de la noche en la cancha me atrapo, es un ritmo fácil de leer, y me encanta porque, aunque son personajes con una edad algo corta, cada uno guarda sus facetas y va creciendo de cierta forma. Además, me encanta que la autora saco pequeños fragmentos desde el punto de vista de West y una corta continuación de la historia de los personajes y que están de manera gratuita en su página web, aun quedamos en la espera de la continuación. |
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