Un amor en Auschwitz

Dicen que hay que tener amigos hasta en el infierno, y a mí no me se me ocurre nada más parecido en el planeta Tierra que los campos de exterminio Nazis.
Cualquier vida humana salvada, sea de la forma que sea, merece la pena ser contada, pero lo verdad, tengo que admitir que la forma en la que está escrita, de manera objetiva y con tantos datos, fechas, nombres, sin entrar en emociones, me ha resultado un tanto fría y ha dificultado mis propios sentimientos.
No he llegado a identificarme con ninguno de los protagonistas, es más, aunque está muy bonito pensar en el amor por encima de todas las cosas, considero que la vida es mucho más importante que la libertad, pero está claro que no me he encontrado, ni espero encontrarme nunca, en su misma situación.
Comencé la lectura pensando que sería una novela, pero pronto me di cuenta de que es más un documental. Los testimonios de los testigos me ha gustado mucho, pero no dejan de ser retazos de una historia completa de la que sólo se tiene conocimiento del principio y del final, estoy segura de que habría gustado más si la autora se hubiera inventado lo que falta, aunque dejara claro la parte que no estuviera basada en hechos reales.
Como lectura de este estilo hay muchas, y bajo mi punto de vista, mejores, no voy a recomendarlo si lo que buscáis es una historia novelada. Si por el contrario, queréis una historia real, adelante, os gustará. Porque lo cierto es que no me ha aburrido en ningún momento, pero sí algunos datos me resultaron un tanto repetitivos.