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Sam y Teddy acaban de mudarse a Londres. Sam quiere empezar una nueva vida junto a su hijo, después de la muerte de su mujer, y ambos se mudan a la calle Navidad. Nada más llegar, descubren que los vecinos son gente bastante peculiar y deciden ir conociéndolos poco a poco. A su vez, Jack, el perro de la calle, les dará la mejor de las bienvenidas y, gracias a él, descubrirán que no están tan solos como creen. En general, ha sido una buena lectura. El libro está muy bien escrito y no se hace pesado de leer. Un punto negativo para mí, ha sido que me suelen gustar los capítulos más cortos, y sobre todo, que me esperaba que el libro fuera mucho más navideño. Hasta el final, la época navideña no aparece y no pasan muchas cosas relevantes en toda la trama. Lo que más me ha gustado ha sido la relación de los niños con Jack, y la relación que establecen Bill, uno de los vecinos, y Teddy. La empatía, la solidaridad, la amistad, las relaciones sociales y familiares han sido los temas principales en esta historia de personajes. Libro cozy y feel good al que le doy tres estrellas sobre cinco, y que recomiendo leer si lo que buscas es una lectura amena y sencilla. |
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