Un hombre atontado, una mujer muy pava, una ciudad descrita de manera que dan ganas de coger un avión a visitarla y unos amigos de diversas nacionalidades, tan bien adaptados al entorno, que son súper británicos, es la mezcla que la autora nos presenta en una novela en la que disfrutas con la lectura y en la que las carcajadas en algunas escenas son casi obligatorias. He disfrutado con la lectura y la recomiendo para pasar un rato estupendo |