La mala costumbre de morir

Reconozco que ha sido realmente sorprendente y refrescante encontrarme de nuevo con una novela “de zombies” nada convencional. En “La mala costumbre de morir”, Daniel P. Carazo consigue mezclar a la perfección los elementos tradicionales del género zombie junto con una gran dosis de humor, aventuras, acción e intriga. Precisamente esa dosis de humor ácido ha sido uno de los elementos que más me han atrapado de este libro. Si bien es una novela extensa y con bastantes descripciones de los distintos entornos, no me ha sobrado ni una de las líneas que poco a poco profundizan en el desolado mundo que ha quedado tras una gran infección zeta.

Seguimos los pasos de Alexis Campoy, soldado del ejército de la Nueva Mancha, uno de los Estados surgidos tras la gran infección zombie que asoló el planeta unas generaciones atrás. En un mundo aparentemente dividido entre la sociedad militarizada de algunas de las grandes ciudades y “los renegados”, aquellos individuos que viven al margen de esta organización y fuera de las murallas de las mismas, Alexis descubre un gran secreto que puede poner en peligro su vida y tambalear los cimientos sobre los que se asienta la nueva civilización. La trama se desarrolla algunas décadas en el futuro y no se centra tanto en describirnos como ocurrió en la gran infección, sino en mostrarnos el mundo que se ha asentado tras ella y cómo son las relaciones sociales que se desenvuelven en el seno del nuevo orden.

Por un lado, me parece verdaderamente meritorio el mundo que ha creado el autor y que conocemos a través de la andadura de Alexis, siendo un gran acierto el no centrarse tanto en los detalles escabrosos sino más bien en las peculiaridades de un mundo ya habituado a tener que convivir (y sobrevivir) con los zetas. Me han cautivado los puntos de humor y de crítica social subyacentes a lo largo de todo el argumento, pero destacando especialmente la primera parte a través de la figura de Prieto con sus “batallitas” de un mundo previo a los zombies con las que tan identificados nos podemos sentir (resultándonos hasta ridículas actitudes de nuestro día a día). Aún sin querer desvelar partes importantes de la trama, me parece que los personajes están perfectamente bien construidos y es a través de ellos cómo conocemos las peculiaridades de este nuevo mundo y algunos de los detalles acerca del desarrollo inicial de la infección. No puedo dejar de mencionar que el personaje de Georg ha sido una completa sorpresa (mi favorito sin duda) además del punto de inflexión de toda la trama.

En definitiva, se trata de una obra que he disfrutado muchísimo puesto que, además de lo absorbente que resulta, nos presenta esa sátira mordaz acerca de lo efímera que puede ser la sociedad tal y como la conocemos hoy en día. A través de esa “involución” de la civilización hasta unos momentos en los que solo es relevante lo necesario para la supervivencia, podemos reflexionar acerca de lo superfluo de muchas de las situaciones a las que tanta importancia conferimos en el día a día. Cabe señalar que el libro nos reserva una sorpresa final que enriquece aún más la historia. En conclusión, la novela de Daniel P. Carazo nos desarrolla un mundo que excede con creces los límites tradicionales del género presentándonos una distopía que no nos resulta tan ajena (salvo en lo que a los propios zetas se refiere) y que debería hacernos considerar las consecuencias de cuestiones como el cambio climático, las guerras, etc. a no tan largo plazo.