Mi amigo capricornio

Una noche, Matsuda se encuentra con Wakatsuki, un compañero del instituto al que hacen bullying, con un bate ensangrentado. Todo indica que acaba de matar a su maltratador. Para redimirse por no haberlo ayudado antes, Matsuda lo ayudará a esconderse por miedo a que un recorte de periódico del futuro que llega a su balcón se acabe cumpliendo...

La historia tiene tres vertientes, dos de las cuales me han gustado mucho. La primera es el coqueteo con la predestinación y la profecía autocumplida, un clásico de los clásicos que cuando está bien llevada como en este caso, es una maravilla.

La segunda es el ahondar sobre la temática de los maltratos en los colegios entre compañeros. En este caso la violencia está casi monopolizada por un único personaje, que aparecerá muerto a las pocas páginas, pero siempre estará presente el tema para reflexionar largo y tendido sobre lo que pueden hacer las personas que se encuentran alrededor.

Y la tercera cuestión que no me ha gustado tanto ha sido la crueldad. Es que incluso se me ha revuelto el estómago en algunas escenas... Pero ya me olía que ocurriría, tampoco lo voy a negar.

Hacía tiempo que le tenía ganas por sus muchas recomendaciones y la verdad es que hacia la mitad pensaba que estaba siendo algo que no era para mí, pero al llegar al final la historia ha conseguido recuperarme y me sumo a las recomendaciones. Eso sí, es un tomo único de esas historias tristes y despiadadas a las que nos tiene acostumbrados Milky Way Ediciones y que yo al menos pienso estar una temporadita sin leer.