Conocemos a Simón con ocho años, un Simón que idealiza el mundo, que idolatra a su primo y que fantasea con poder ser el protagonista de los libros que lee. Con él recorremos su vida, con la sombra de Rico siempre acechando y también revivimos trocitos de la historia de Barcelona, a ratos con nostalgia. Los personajes de esta novela son de los que te acompañan mucho tiempo. Diría que Simón trata simplemente de la vida, resulta fácil identificarse en cada una de sus etapas. El autor avisa: "cuando todo esto acabe vas a llorar" y al menos en mi caso se cumplió.
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