El Club del Crimen de los Jueves

Hay novelas que atrapan por el título, la portada y, cuando lees la sinopsis, sabes que no tardarás en hacerte con ellas, aunque jamás hayas oído hablar del autor y no te importe quién sea. Pues eso mismo es lo que me sucedió a mí cuando vi que se publicaba El Club del Crimen de los Jueves y he aprovechado las vacaciones estivales para conocer a sus adorables y simpáticos protagonistas, cuatro jubilados que podrían competir en sagacidad con los detectives más afamados del universo literario.
Elizabeth, Joyce, Ron e Ibrahim son completamente distintos y, en un principio, podría parecer que no pegan ni con cola, pero es justo lo contrario porque encajan a la perfección y no hay misterio que se les resista. Además, tienen un desparpajo tremendo, mucha cara dura y unas salidas que os dejarán con la boca abierta y os harán reír en más de una ocasión.
Sin duda, los protagonistas principales son estos cuatro abueletes, pero hay un par de policías, la mar de pacientes, que intentan seguirles el ritmo en la investigación y a los que los miembros del Club no se lo pondrán fácil porque menudos son los yayos, je, je.
Su creador, Richard Osman, es un famoso cómico británico y ha sabido tejer una intrincada trama detectivesca en la que entremezcla un sutil sentido del humor y unos giros argumentales para tenernos en vilo en todo momento.
Con una narración fluida, personajes reales y humanos como pocos y una cuidada y estructurada trama, El Club del Crimen de los Jueves resulta una lectura adictiva para cualquier lector, sea aficionado o no al género de intriga. Desde luego, yo he disfrutado muchísimo con el libro y estoy deseando que Espasa publique, el día 15, su continuación, El jueves siguiente, porque estos abuelos son incombustibles y tienen cuerda para rato.