En esta novela gráfica se tratan temas como la homofobia, los prejuicios, la identidad sexual, aunque no se ahonda en ello profundamente. Pero todo se entiende a través de los sentimientos de los personajes, muy bien reflejados en las ilustraciones. Además, el ritmo en que este amor se va produciendo es lento, muy poco a poco, en aumento, y eso es lo que hace tan tierna y diferente a esta historia. Para mí fue imposible soltarla, empecé a leerla y la terminé de un tirón, totalmente emocionada.
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