Me lo he bebido, literalmente. Se lee en nada y menos, por un lado porque es adictivo ver como avanza la relación entre los dos protagonistas y por el otro lado porque no tiene demasiado texto. El dibujo, simple, sin ningún tipo de florituras pero que de algún modo con su simpleza te cautiva. Amén de decir que transmite mucha ternura en si mismo, capta perfectamente las emociones de los personajes en solo unos trazos. Igualmente la historia es tierna, pura, dulce, encantadora, es como un lugar feliz que te deja con una sonrisa en la boca y el corazón dando saltitos de felicidad. |