La escritora

A pesar de que Islandia es uno de los países con más escritores por habitante (1 de cada 10 islandeses ha escrito un libro) creo que es la primera vez que leo a una autora de allí y diría que no nos llega mucha literatura de tan al norte o yo desde luego la desconozco.

Para mi Islandia tiene un significado personal muy especial así que cuando vi en el reto de Pop Sugar la categoría: Un libro de tu lista TBR que asocias con una persona, lugar o cosa favorita fui de cabeza a buscar un libro que se desarrollara allí y me topé con “La escritora” cuya autora es una superventas allí.

Es una historia narrada de una manera muy peculiar con una prosa sencilla muy mundana que nos permite adentrarnos de lleno en la Islandia de 1963 y conocer un poco de su cultura tan diferente a la nuestra.

Hekla abandona su ciudad natal Dalir (Budardalur) al noroeste de la isla para adentrarse en la “moderna” Reikiavik para intentar cumplir su sueño de ser escritora. Y digo intentar porque en esos años allí las mujeres tenían tantas trabas sociales como en el resto de Europa y su destino estaba abocado a encontrar un buen marido y crear una famila.

Hekla ya ha publicado algunos poemas y artículos bajo pseudónimo masculino pero su sueño es ver publicada una de sus novelas.

En este periplo vital, conoceremos a su mejor amigo John John que la acoge en la capital con el que conoceremos qué es ser homosexual en los años 60 en un país con tan pocos habitantes (183.991 hab. en 1963 368.792 hab. en 2020), conoceremos a Isy su mejor amiga de la adolescencia que se debate en cumplir los designios marcados por la sociedad criando a su hija y atendiendo a su marido y explotar esa necesidad de escribir y contar al mundo lo que siente y ve.

En un libro tan corto se tratan varios temas de actualidad como la homosexualidad, la discriminación, el papel de las mujeres y su falta de igualdad de derechos e incluso el acoso sexual.
Me ha gustado conocer a Hekla y su necesidad de crecimiento, sus pies en la tierra y su firme determinación.

Reconozco que el final me ha dejado un sabor algo amargo pero no deja de ser un final coherente con la historia.

Si nunca habéis leído nada desarrollado en este país os invito a hacerlo y a conocer esos paisajes fascinantes llenos de colores a pesar de no haber apenas vegetación y esos nombres imposibles de pronunciar. Y por supuesto si no lo habéis visitado no lo dudéis.