El libro de Fénix

El experimento del fin del mundo
Fénix solo ha contemplado el mundo. Hace dos años que nació, pero es adulta; está encerrada, pero conoce el mundo a través de sus libros; la mantienen aislada, pero se ha enamorado de Saeed. Hasta que todo acaba. El mundo de Fénix en la Torre 7 como mujer acelerada colapsa, comienza su huida, comienza su revolución.
Una revolución que nos llega no solo en el personaje de Fénix, sino en también la propia historia que nos impacta de lleno. La novela es una obra difícil, porque, aunque, una vez más, Nnedi nos deja una historia que lleva muy bien los tiempos y que se nos hace inteligible; el sentido profundo de la misma nos va penetrando poco a poco en el cerebro. Esto hace que cuando vamos a terminar la historia descubramos que hay un mensaje más profundo que la mera narración y que este clama justicia y nos cuenta verdades que han estado escondidas para nosotros.
Es cierto que dentro de esto, las anteriores obras que he leído no eran tan profundas y que esta es la primera muestra contundente de la distópica del futurismo africano que leo en la autora. Quizá se deba a las realidades que influyen en el libro como el caso de Henrietta Lacks y el trato dado a las personas afrodescendientes a lo largo de nuestra historia. Sin embargo, no debemos olvidarnos, estamos ante un libro de ciencia ficción y es en esa clave en la que se reseña aquí.
Así, en la narración seguiremos la historia de Fénix que siendo consciente de su encarcelamiento no tiene el juicio crítico para resistirse a él hasta que Saeed se quita la vida. En ese momento, su investigación sobre qué es lo que sucede en la Torre 7 y los motivos que han podido llevarle a matarse serán los impulsos necesarios para que Fénix clame por su libertad.
Ambientación del después y al antes
Sin embargo, la historia no comienza exactamente aquí, sino en un futuro donde la humanidad está a medio camino entre el desarrollo y la precariedad. Es en ese futuro cuando volvemos al pasado de nuestra protagonista para descubrir una sociedad tecnológicamente muy desarrollada y avanzada en cuanto a la modificación de seres humanos.
De hecho, Fénix es uno de estos humanos a los que han acelerado el crecimiento y han dotado de capacidades fuera de la humanidad. El control férreo de estos nuevos especímenes, los intereses comerciales y el sometimiento del mundo a grandes corporaciones serán la tónica general de la obra. No obstante, también viajaremos a la cuna de las fuentes de experimentación, África en gran parte de su extensión será escenario no solo de este poder y control del mundo por parte de Estados Unidos, sino también de la parte mística de la obra, de las tradiciones y valores de los pueblos negros.
Lo místico como vía
Esta fusión entre el alto grado de tecnología con ese sentimiento más primordial más interno de nuestro ser es lo que hace que la novela sea espectacular. No solo porque nos ofrece una historia muy dinámica, donde los peligros y la tensión están bien llevados, sino porque nos recuerda que debajo de todas esas capas que nos cubren (la tecnología, la ropa, la raza, el lugar donde habitamos, etc.) estamos nosotros, los que sentimos, los que creemos, los que nos explicamos el mundo y a los que el mundo nos supera.
En este sentido, el mal y el bien, el relato casi son irrelevantes. Hasta los hechos no parecen tener peso más allá de la emoción y el sentimiento. Y se nos ha dicho que siempre hay una solución, pero Fénix es un personaje que tiene que aprender sobre la marcha tanto a sentir como a pensar. Si el mundo al que se enfrenta es terrible, ¿cómo habría de ser ella?
Volviendo a las páginas
Sé que quizá esta reseña este siendo muy sentida, pero voy a volver al papel, a las letras. La novela me ha gustado mucho porque la historia de huída y autoconocimiento de Fénix es una historia de cómo el niño, el adolescente tiene que soportar el mundo. Lo vive de manera intensa y como tal todas sus acciones son impulsivas, intuitivas e intensas obviamente.
Por otro lado, me gusta porque el más allá de la novela es muy interesante, no solo el tratamiento de las personas procedentes de África o descendientes de africanos, sino también esa realidad que no todos conocemos, o al menos no tan profundamente, de la experimentación con humanos. Obviamente, nos enfrentamos a una ficción, pero sus temas tiene una base que a lo mejor no queremos descubrir.
Finalmente, el estilo de la autora vuelve a ser sublime. Como ya he dicho, maneja la tención narrativa de manera increíble y, como suele hacer, sus personajes son de una contundencia excepcional, desde la protagonista hasta secundarios como Saeed o Mmuo. Así sí, os lo recomiendo, no será una lectura ligera, pero no creo que sea una lectura de la que os arrepintáis. Espero que os guste.

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