Leer a Mónica Ojeda es enfrentarte a una explosión de emociones. Porque sus historias son tan potentes que lo único que no hacen es dejarte indeferente. Ya lo noté con Mandíbula, pero creo que sus cuentos me han gustado más. Todos, sin excepción me han gustado, pero Sangre coagulada, Caninos, Slasher, Soroche y El mundo de arriba y el mundo de abajo son...puro fuego! La sangre, la salud mental, las relaciones familiares, la violencia, las leyendas... Todo forma una combinación brutal que hace que no puedas despegarte de él y que, una vez terminado, vuelvas a sus páginas para recordar algunas historias. De verdad, no entiendo a la gente que no le gustan los libros de relatos 😂😂. ¡Pura dinamita chic@s! |