¿En qué país estamos, Agripina?

La escritura de Gustavo Ogarrio es una escritura fresca, actual y desgarradora.
Debo confesar que fue mi primer acercamiento a este escritor con el libro: ¿En qué país estamos Agripina? En el cuál explican que toma el nombre del cuento “Luvina” de Juan Rulfo y le formula la pregunta a su esposa al llegar a un país rural cuya tragedia era mas vieja que la Revolución Mexicana. Pues bien, este libro da la respuesta, a través de ensayos, en que país estamos, y lo hace con escritura firme y clara de nuestro México, de este país que tanto amamos, que tanto nos duele, que tanto nos desespera y en el cuál siempre encontramos alguna razón para seguir en él y luchar por él.
Los temas de los ensayos por los que Gustavo nos lleva de la mano en este trayecto son clásicos, interesantes, dolorosos, divertidos, nostálgicos y en algunas ocasiones, a mi parecer, inverosímiles, ¿pero que creen? Como buena mexicana, sé, que no lo son.
Son textos cortos de diferentes temas como:
La Epidemia de la Influenza en 2009, El Teletón como espectáculo (mascara mediática de la miseria de un país), El estadio Azteca, desde una mirada poética de un verdadero fan y conocedor de la retórica y del futbol, habla de películas, dejando al descubierto un verdadero cinéfilo rememorando al original Mad Max y presentándonos su “remake”, habla de nuestros más grandes ídolos nacionales: Pedro Infante y el Santo, pasa por eventos dolorosos como el temblor de 1985, y lo inverosímil de la repetición de la tragedia en la mismo día pero 32 años después, en 2017.
Con gran maestría se avienta el “trompo a la uña” de escribir un verdadero y crudo epitafio para el ídolo de masas, Roberto Gómez Bolaños, “Chespirito”, mostrando tal cuál fue este personaje tanto para una época, para una televisora y para un estrato social que no solo soñaba con superarse aspiracionalmente, sino que lo vanagloria y enmascara de gente feliz, buena y afortunada de poder vivir, como decimos, al día. No conozco mucho de la obra de Ogarrio, todavía, pero con este escrito estoy segura de 2 cosas: Ha de resultar muy incomodo para algunas personas que son soportes y seguidores del sistema; y, ya tiene una nueva fan que seguirá su trabajo a través de las colaboraciones con diferentes medios y libros.
Más adelante también toca temas sobre nuestros ídolos musicales de los 80's, cuando las baladas coinciden en México con una oleada de feminismo que a todas nos vino muy bien, tanto que aún hoy en cualquier karaoke no pueden faltar. Menciona a Molotov, le da su lugar privilegiado a Paul McCartney y obviamente no podía dejar de mencionar a Chabelo y Juan Gabriel, personajes icónicos de una cultura y una época, que no importa edad, profesión o estrato social todos los mexicanos conocemos y son familiares para nosotros.