 |
Un libro raro, al que se le hace imprescindible leerle el postfacio de Sasturain, quien seguramente dirigió esta antología -y toda la Serie Oesterheld- y decidió confundirnos. El primer relato, “El Eternauta”, desde el comienzo nos indica que no es el cuento de la historieta: “Un crujido en la silla del otro lado del escritorio. Alcé los ojos, y ahí estaba otra vez, el Eternauta, mirándome con esos ojos que habían visto tanto”. Lo que sigue es una sucesión desprolija de corridas, muertes, explosiones y combates. El editor nos confirmará al final, que es algo así como un borrador, seguramente desgravado de los apuntes que Oesterheld tomaba con su grabador, para lo que quería que fuera una novela sobre lo que vino después del cierre de la historieta. “Sondas” son cuatro relatos breves y maravillosos, que cierran en sí mismos y nos dejan pensando”. Y los seis relatos siguientes, con cuentos de ciencia ficción, en ciertos momentos muy dura, y en ciertos momentos, más poética, como un ir y venir entre Asimov y Bradbury, autores contemporáneos al momento en que HGO escribió estos textos. Para quienes tengan ganas de conocer un poco más a ese gran autor argentino que fue Hector German Oesterheld más allá de los guiones, ésta es una buena puerta de entrada. Para quienes gusten de la ciencia ficción con mucho detalle específico, también, detalle por el cual aplico cuatro y no cinco estrellas. Los relatos más poéticos son una preciosura, especialmente “Una muerte” y “Retorno”. |
>
