Dame tu corazón

En este libro nos encontramos ante 10 relatos que reflejan la maldad humana descrita de una manera descarnada y colérica.
En los diez relatos nos encontramos con personajes desquiciados, algunos luchando por sobrevivir y otros dejándose llevar por sus obsesiones.
He de decir que todos los relatos resultan bastante confusos y la gran mayoría no tienen un final claro.
El primer relato se titula “Dame tu corazón”, en este relato nos encontramos con una obsesión enfermiza por el primer amor y el resentimiento al sentirse traicionada. En estas 16 páginas, en primera persona y de forma epistolar, directa, cargada de sentimientos y reproches, una vieja amante solicita a un teólogo su corazón tras descubrir que tiene un testamento vital.
El segundo relato “Cerebro/ escindido” es el más corto con tan solo 8 páginas donde en tercera persona se nos habla del amor propio, la necesidad de sentirse buena esposa ante un revés en el matrimonio, de la familia y las drogas.
Trudy, una entregada esposa regresa a casa de la clínica de rehabilitación para encontrarse la puerta abierta y su casa allanada. Este relato me resulto muy confuso y no terminé de comprender el final.
El tercer relato titulado “El primer marido”, es un relato largo con 41 páginas, está escrito en tercera persona y trata los celos y la desconfianza. En el un hombre encuentra unas viejas fotografías del ex marido de su mujer y se obsesiona con ello. Es un relato cargado de violencia y muy descriptivo.
El cuarto relato denominado “Strip poker” cuenta en 33 páginas y en primera persona como una joven de 14 años es violentada por unos adultos. Es un relato lleno de diálogos. En el se trata la pederastia, la justicia, la fascinación por lo prohibido.
El quinto relato “Asfixia” escrito en tercera persona, cuenta a lo largo de 44 páginas como una mujer cree haber presenciado un asesinato a una menor. Se vuelve a tratar el tema del consumo de estupefacientes, el rechazo hacia la progenitora, la esquizofrenia. Respecto a este relato tiene un final demasiado abrupto, me hubiera gustado saber como termina la historia y qué pasó realmente.
El sexto relato “Tétanos” tiene una extensión de 23 páginas donde en tercera persona se nos muestra la problemática de los servicios sociales, las bandas, el consumo de pegamento esnifado, el abandono familiar, la violencia intrafamiliar. En él, un trabajado del servicio de atención familiar se enfrenta al interrogatorio de un preadolescente que ha esnifado pegamento y agredido a su madre.
El séptimo relato se titula “El torrente” cuenta con 48 páginas y está escrito en tercera persona. En este relato se trata del rechazo al diferente, de las personas con necesidades especiales, de la sensación de agobio, se deja entrever el tema del suicidio. En él, una joven esposa se siente abrumada ante la responsabilidad familiar y busca un modo de deshacerse de sus problemas. Este es uno de los relatos con el final más cerrado que nos encontraremos.
El octavo relato titulado “En ninguna parte” tiene una extensión de 48 páginas, está escrito en tercera persona y trata temas como el resentimiento, la prisión, el suicidio, el abuso, la violencia, la justicia, el consumo de metanfetamína, la infidelidad, el futuro… En esta historia, Miriam es drogada por su pareja y acaba en el bar con los amigos de su hermano mientras rememora su pasado y las rencillas familiares con su madre a la que culpa por los problemas de su padre.
El noveno relato “Sangría” está narrado en tercera persona, cuenta con 24 páginas donde se trata la pederastia, es un relato que resulta bastante confuso hasta casi el final, es un relato muy visceral y cruel.
El último relato llamado “Vena cava” es un relato de 26 páginas escrito en tercera persona donde se muestran las secuelas de la guerra, el sentimiento de no pertenencia a un lugar, la frustración, el uxoricidio y el parricidio.
Debo decir que varios relatos inciden en el consumo de sustancias estupefacientes, en el rechazo a la madre culpándola de los problemas del presente, en el abuso a menores y están ambientados en las mismas zonas.
Para mí, los relatos más crudos han sido sin duda los dos últimos y los que más he disfrutado han sido “Asfixia” y “El torrente”.
Respecto a la edición decir que está muy cuidada.