La primera mano que sostuvo la mía

"La vida es de los valientes" es la frase de mi postal que he usado como marca-páginas para esta lectura. Y no hay frase más acertada para describir este libro. Nada más acabar de leerlo, frase y libro, me han encajado como una pieza de puzzle. Y eso también me ha ido pasando a través de estas páginas. Lexie me ha demostrado todo lo anterior, y Elina también. Dos mujeres de épocas distintas que sin saberlo les une el arte, los secretos y sobre todo la maternidad. al inicio no entendía nada, no veía conexión... sabía que existía y me moría por encontrarla. (¿Soy impaciente? Sí)
Hasta que llegué a esa página, esa página que me hizo encajarlo todo y provocó que me precipitase en las páginas hasta acabarlas en un plazo de unas horas solamente.
La narración de Maggie está llena de detalles que hacen que tengas la imagen nítida en la cabeza de lo que estás leyendo, de personajes con un fondo inabarcable, con nexos vitales que comparten y tejen esta historia tan viva.
Y como no, he sellado un final más con la piel de gallina que me corrobora que es un emocionante, sensible y buen libro.
Maggie nunca defrauda.