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El libro comienza incluso con toques de humor, y parece que va a seguir un camino parecido, pero poco después de su comienzo, ya sabes que no saldrás indemne de su lectura. Es un libro tierno, que habla de la relación entre las personas y sus mascotas. Aunque, efectivamente, en muchas ocasiones no se trata solo de una mascota, sino más bien de un amigo o familiar. Esta relación con un animal va cambiando según se va acomodando, y en este libro se expresa perfectamente. Además, se trata el tema de la enfermedad mental, y ahonda en él en todo el libro. Un hecho fundamental de una persona enferma es que se sienta entendida, y algunas veces incluso se ignora a estas personas porque los demás no son capaces de comprenderlas. En la novela, se describe esta situación tan común y triste, pero también se da esperanza, primero en forma de perro, y segundo, en forma de amigos cercanos que no se dejan amedrentar por la enfermedad mental de sus allegados e intentan apoyarlos de alguna manera. A menudo se ve a perros guía en muchos lugares, pero en el libro, la autora habla de perros de ayuda y apoyo. Éstos son menos comunes, y por ello menos aceptados, por lo que a la persona enferma le cuesta tener una vida lo más normal posible fuera de su casa. Además, está el tema legal, en el que se acepte que tienes una enfermedad mental y que tu perro es parte de tu terapia y curación por así decirlo. Si la gente de tu alrededor no te acaba de entender, imagina entonces el gobierno de tu país o de tu ciudad. En definitiva, es una novela muy recomendable, con muchas citas de escritores entrelazadas por toda la trama, lo que lo hace más interesante y documentado. |
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